jueves, 9 de agosto de 2007

Y se metieron los ladrones.

Pues sí, se metieron los ladrones en mi casa. Se metieron utilizando un procedimiento que en primera instancia me hizo sentir una vez más reñido con el género humano o más bien desesperanzado con el futuro, pero que en lo que lo medité un poco casi cambié de opinión, por culpa del péndulo, hasta el extremo de sentirme un héroe protector de las clases oprimidas, un paladín deshambreador, y hasta miss alguna cosa por razones que ya se verán.

Vivo, ya lo he dicho, en una urbanización tipo “rinachimento” porque rinache tutto ma con chemento. Con arquitos de piedra de utilería que tratan de emular el estilo romano y todo eso, vía empedrada comme la via Appia o algo así. En la ladera de un pequeño Vesubio cuya lava no presta la batea, pero si proporciona una via que conecta el “chabolarium” con Pompei vía el acueducto del sebillo, que no existe, como dice muy bien cualquier maracucho.

Mi casa, bueno, la que tengo en alquiler, es la última de arriba y por eso tiene más vista, más brisa, y más rejas. Eso no me preocupa en nada porque no soy fanático de la vida libre ni nada parecido. Lo que pasa es que el estilo rinachimento pasa por eso que tantos problemas ocasiona porque parece pero no es. Es decir, que se ve muy de fortaleza romana pre-mundo-musulmán, pero en realidad suele estar como una pulgada y media, más o menos, fuera de norma por defecto en todo.

No hablaré de los sumideros flagrantemente fragantes porque los pusieron sin sifones, ni del travertino pegado con saliva de loro porque por ahí no se metieron. Se metieron por la reja de la sala comedor cuyo intervalo es mayor a dieciseis centímetros. Pulgada y media más de lo que se debe utilizar y de hecho se utiliza normalmente en cualquier reja que se precie.

Claro, rinachimento adelante, pulgada y media más en una casa cubierta de espinas lisas de media pulgada fy=4.200kg/cm2 significan un ahorro, junto con lo de los sifones y la saliva de loro ¡ah! Y la unión universal del tubo de succión de la bomba del hidroneumático, como para comprar, digamos, una camisa. Pero una camisa de buena calidad, de calidad italiana, claro.

Total que para nuestro disgusto, pero al mismo tiempo alivio porque estábamos durmiendo en nuestro cuarto de más de veinticinco metros cuadrados que usa un acondicionador de aire de nueve mil BTU porque más ni de vaina y nos han podido joder como a unos benditos, esa pulgada y media permitió el acceso de un niño percentil veinte o menos pero perfectamente adiestrado en la búsqueda y localización de las llaves de la puerta principal en completo silencio. Lo hizo.

Permitió el acceso de por lo menos un compinche más y de talla mayor a juzgar por lo merendado del rato. Pues sí, se comieron media nevera pero la proteina nada más. Se comieron las chuletas, la carne de res, y el pollo. Una buena paella que tenía ahí esperando su turno fue despojada de los sólidos proteicos pero dejaron el arroz completico. No le entraron al puré de papas, no le entraron a la ensalada…, comé yuquita desgraciao…

Arepa, pan, pasta, nada de eso. Salchichas debrecziner, cochino ahumado, y salchichas de pavo. Mejillones, camarones y vieiras. Todo con aceite de oliva y un pinot noir que sobró de una cena de días anteriores. Comieron bien. Lo suficiente como para tener fuerzas para arrear con el botín que consistió en un DVD sin karaoke, un teléfono telcel fijo más malo que pegarle a la mamá de uno una nochebuena, y un tostiarepas biplaza que sí que nos dolió.

Claro que revolvieron el cuarto de Zoé pero si acaso se llevarían una alergia por los ácaros propios de lo inmóvil en estos climas no tan benignos. Revolvieron la camioneta pues las llaves estaban en el pone llaves de la puerta como debe ser. No encontraron nada porque ya el reproductor se lo habían llevado otros cacos previos. No registraron el Falcon Milennium, ni la camioneta de Francisco Javier, que la tenía prestada porque él había ido a Punto Fijo a enfermarse de lechina…, hay gente así…

Me arrecha un poco que se llevaron mi navaja trapera de sesenta y cuatro usos bisiestos marca Victorinox para venderla por cuatro perras gordas y comprar piedra para matar el hambre que los lleva a comerse mis debrecziner con lo que me sobró del tokay del Barón Munchausen…, pero qué, tampoco me voy a quejar porque esa navaja me la encontré yo en el mostrador de una panadería… De dónde iba a sacar yo medio palo para comprar un Rolls Royce como ese… Bueno, pero la disfruté mientras la tuve, y estoy seguro que por ahí anda mi compensación. No tengo lio con eso.

El caso es que después de que pasó el disgusto por la violación de nuestro espacio vital, concepto este que me divierte mucho principalmente cuando no hay luna llena porque en esos días los fluídos andan alborotados y las mareas marean, pero ese es otro asunto y me voy a enredar si lo añado, me sentí medio Sting, o Angelina Jolie, porque de algún modo le di de comer a la niñez oprimida, y no caraotas con espaguetis, ni cazabe con sardina de lata.

No se molesten conmigo, que tener una Angelina Jolie por dentro debe tener su lado bueno digo yo. Mejor que una Lady Di, que se dejó joder por unos paparazzi que ni siquiera portaban la maldición de Tutankamón ni nada medio digno de Lara Croft, y que la aureola que lleva en el cielo viene a ser el volante del Mercedes Benz de Doddie… El caso es que directa e indirectamente siempre hago algo bueno por alguien. Y la verdad es que me siento muy bien por mejorarle la dieta a un percentil quince o menos, y contribuir con la ampliación de sus horizontes culinarios.

En alguna parte de sur américa, Han Solo y Chubby, o míster Solo e Illia Kuriaki, están pensando en que la vida no es solamente piedra y mazamorra, mortadela frita y empanada de nada. Saber que he contribuído, que he sido factor determinante en el proceso de “exquisitación” de estos percentil cinco o menos, me hace sentir miss la cual, o algo así. Me falta admirar a Bolívar y a mi papá…

Por otra parte espero que para la próxima esperen la invitación formal ya que no tendré problemas con el diseño del menú.

Por si acaso, le cambié el intervalo a la reja de la ventana y se lo bajé a un percentil uno, o menos…

1 comentario:

pochogarcés dijo...

Hola, espero que hayan rgresado bien!
Un gran saludo y si tienes fotos de artebosque me mandas por favor!!! :-) excelente eleccion el "chile a tu modo" un abrazo!