martes, 3 de abril de 2007

Balcón indiscreto










Juro que yo estaba tranquilito tomando el fresco asomado al balcón del apartamento de playa que una familia amiga me vendió barato en un edificio de geometría más bien loca. Miraba la piscina que tiene forma como de merey tostado pero acuoso. Y estaba ahí, tranquilo disfrutando la brisa del mar (que está muy cerca) y me puse inconscientemente a pasear la mirada por los demás balcones y ventanas.

Por allá había una extraña familia haciendo una parrilla en silencio. Parecía que alguien les hubiera cortado el sonido o que estuvieran de luto por la muerte de algún pariente lejano y le tuvieran miedo al qué dirán, pero que aun así les tentara un bonchecito en silencio aunque fuera.

Más abajo, en el mismo lado donde estaba yo asomado había un señor tomando el sol con una inmensa barrigota rosada al aire y las medias puestas.

A mi izquierda estaba una de las fachadas más raras que he visto en mi vida. Un montón de vidrio que deja entrever pedacitos de apartamentos de muy distintas formas y decoraciones.

Allá por ejemplo se gastaron una fortuna en lucecitas de esas de navidad, las tienen en blanco, en colores, intermitentes, fijas, en cascadita..., la gente tiene unas cosas..., en el otro de allá bailan siempre, están unas muchachas medio regordetas de piernas cortas y muy blancas, seguro que no son de aquí tampoco, deben haber venido de Lara o de Los Andes a juzgar por la distribución corporal, tienen cara de no haber venido nunca y se encierran en un apartamento a bailar en trajes de baño. Por eso es que dicen que cada cabeza es un mundo...

Por allá está un señor que lee el periódico metido en una hamaca. No parece estar cómodo pero tampoco parece importarle mucho.

Allá está una señora que no se quita los rollos esos de la cabeza, se parece a la Mamá de Kico, pero más grande y en bata de casa sea la hora que sea.

Es curioso, pero toda aquella fila de allá está vacía, deshabitada del todo, ni cortinas tienen esos apartamentos ¡qué descuido!

Allá está la gente con su parrilla silenciosa, nadie sonríe pero todos comen. El niñito juega solo en un rincón, dos tipos conversan tranquilamente pero sin reír. Una señora joven lee recostada en una poltrona en la sombra del balcón de arriba. Las personas se portan extrañas en las vacaciones, por ejemplo yo que nunca me ocupo de la vida ajena estoy aquí, mirando desde mi balcón indiscreto a todos los vecinos sin que a nadie parezca importarle.

Por ejemplo, en aquel..., ¡coño, hay dos que tiran como locos!!! y ¿qué hora es? son las diez de la mañana..., ¿qué importancia tendrá la hora? bueno, no sé..., pero no se ve casi, no, no son ni las diez ¿será un mañanero? el vidrio refleja mucho ¿estarán amanecidos? pero se ve que se están dando con ganas ¿estarán empezando? y a esta hora ¡hay que ver! ¿qué le hace él? ¡uy! ¿y ella? mejor me voy para adentro, no le veo bien las caras pero parece que..., no sé si me da más pena que me vean ellos a mí o yo a ellos, o que me encuentre alguien de la casa aquí espiando... ¡pero! ¿qué se hacen? ¡coño! no, yo me voy para adentro... ¡Mi amor! ¡apúrate, vamos a la playa que se nos va el sol! "Esos dos en esa cama..., ¡y a esta hora!"...,



¡Mi amor, apúrate! ¡Qué es, chico! ¿de cuando acá tú con prisas para irte a llenar de arena? no hemos ni desayunado..., es muy temprano aun... "No para aquellos dos..." ¡Vamos vale, que después llueve! ¡Deja el fastidio y vuelve a asomarte por el balcón que estabas muy tranquilo allá! no, no quiero, ya me puse de mal humor... ¿qué te pasó? ¡déjame tranquilo!!! ¡Ay papá! ¿y a ti qué te dio? nada, nada, déjame tranquilo, voy a ver televisión, bien bueno, que así le terminas de arreglar la antena para ver si la podemos ver todos... ¡Nojoda, ahora sí!! me voy para la calle ¿quieres algo del supermercado? Sí, trae pan, por favor, pero demórate a ver si se te pasa eso que te dio...

Eso que me dio..., ni yo sé por qué me dio, o sí sé, pero no puedo hacer nada al respecto..., creo... ¡coño! como hay carros en esta vaina, se ve que la temporada está fuerte. Mejor meto el ojo porque me va a pisar un bicho de estos que ya a esta hora andan borrachos..., ¡a esta hora!!! sí, a esta hora aquí, se hacen muchas cosas... Mejor miro así, de reojo, que me da pena..., desde aquí abajo se ve un pedacito de hombro, o de nalga, no se ve bien, el vidrio refleja... ¡quítate! ¿estás asegurao? ¡Bruuuuummmm!!!... ¡Coño, que me pisan! esos dos... ¿cómo podrán a esta hora?

Mira aquí está la leche que me pediste, y la carne molida... ¿Leche? ¿carne molida? ¡yo lo que te pedí fue pan! no importa, nos paramos por ahí, yo ya hice arepas porque pensé que te ibas a tardar mucho. Siéntate y desayuna rápido que ahora sí nos vamos...

¿Me asomo? sí, rapidito antes de irnos, ahora que nadie me ve... ¿quién es quién ahí? ¿pero qué le hace ella?... ¡Apúrate! ¡sí, sí, ya voy!... "Y ya pasan las doce"...
Me tienes preocupada ¿qué te pasa? ¿no y que íbamos a usar estas vacaciones para entendernos, para desestresarnos? mírate, parece que te hubieran llamado de la oficina ¡no te llamaron! ¿no? ¡No, no me llamaron! no te preocupes, es que recordé algunas cosas y ya sabes cómo me pongo, no te preocupes..., ¿vamos a la playa o nos mudamos a ella? ¡No empieces a molestarme! después eres tú mismo el que pide las cosas allá y te pones bravo si no las traje... Disculpa, tienes razón, es que de pronto me pareció mucho coroto para tan poco paseo, pero es solo por la flojera de cargarlos. Todo está bien, vamos arreando para el ascensor, vamos, tranquila, no te vayas a poner bravita a esta hora ¿okey? un besito, anda, un besito... Nada de besitos, que estas no son horas, después te alebrestas y yo quedo..., vamos, camina que hay mucho que cargar ¿y los niños? los mandé delante con la primera carga, además Adolfito quería acercar el carro al ascensor y mandé a Mariíta para que lo vigilara, ya sabes que andan enfiebrados... Se te está cumpliendo el sueño de tener quién te cargue y te maneje ¡jajajajaja!!! ¡Sí, jajajajaja!!! voy a revisar que nada se nos haya quedado...

"¿Me asomo? sí, rapidito..., ¡coño, cómo chupan! ¡Apúrate! ¿qué haces? ¡que se nos va el ascensor con el corotero! ¡Ya voy, ya voy!!! Y ya pasa de la una y media, no, coño, ya son las dos de la tarde... ¡Mira, ahora con las manos!!! Pero ¿así también se puede? ¿y a ella le gustará eso realmente? lástima que no se les ve las caras..., esos vidrios que medio reflejan... ¡Apúrate! ¿qué mirabas tanto? ¡Ya estoy, ya estoy!!! Nada, no miraba nada, es que me distraje con la brisita... Ya me conoces...

La verdad es que la playa es una tortura, este arenero, el viento implacable, este solazo que de pronto se vuelve lluvia y brisa helada..., y todo ese pocote de carne a la vista..., por lo menos aquella gringa que se baña a teta pelada se debe parecer a la del apartamento ese que tiene la cama en el balcón... ¡Coño, y a esa hora! si me pongo a pensarlo es una locura, deben estar drogados o algo así porque yo los vi en eso por lo menos durante cuatro horas seguidas y nadie puede aguantar tanto, que yo sepa... ¿se parecerá a esa gringa de las tetas peladas, o más bien a aquella tipa que viene allá, la del traje de baños blanco? no puedo saberlo, no se veía bien ella..., la de la cama en el balcón... Confieso que quisiera que se pareciera a la gringa porque el asunto era como de película y en las películas siempre hay gringas, y son las que tiran más... Bueno, yo no sé mucho del tema en realidad, pero eso es lo que me parece... ¡Qué día más largo! ya quiero irme a casa, pero no puedo decir nada porque si no van a sospecharse algo, yo nunca tengo ganas de volver a la casa y si digo algo van a pensar que pasan cosas raras yo nunca tengo ganas de ir a casa van a sospechar van a creer que me llamaron de la oficina siempre están pensando que me voy para la oficina y están listos para mirarme feo pero más feo me miran cuando digo que no hay plata para alguna cosa que quieran...

¡Vámonos ya! que la arena me está molestando, ya me pican las nalgas... ¡Qué milagro! yo creía que nos ibas a tener aquí hasta las nueve de la noche, yo ya tengo frío... Y mira los niños, parecen dos camarones, y se van a resfriar... ¡Chica! me hubieras dicho que te querías ir, estamos de vacaciones, no de tortura... Sí ¿para que después pongas cara de ajo por el resto del día? no, ya aprendí y prefiero el frío que tu cara amarrada... ¿De verdad me pongo tan de malas? ¿tanto te molesto? ¡Ay no! que yo sé bien en lo que se convierten estas conversaciones..., después terminamos diciendo lo que no queremos decir... No, esta vez no. Ahorita nos paramos en el bodegón y nos compramos ese vinito que tanto te gusta y alguna cosita sabrosa, y después de que los niños se duerman..., tú y yo ¿no? Si tú quieres, pero siempre te duermes antes que ellos, y además creo que me va a doler la cabeza con tanto sol que he llevado, y encima el mar, que me cansa tanto...

Mejor no le contesto nada, tiene razón por todas partes, es ganas de gastar la plata malamente y de hacerse ilusiones que sé bien que no serán realizadas..., el vino terminará en algún guiso, las cositas sabrosas se las comerán los chamos con doritos y ruffles, yo me voy a despertar mañana con ganas de irme a la oficina y ella evitándome la mirada que ni siquiera le dirijo... Esto es lo bueno del matrimonio, que termina uno conociéndose y eso redunda hasta en las economías... Mejor nos bañamos y nos vamos todos al Sambil a ver una película y a comer en McDonald´s... Ese es un buen plan...

Ahora mientras todos se bañan y se cambian yo me tomo una cervecita aquí tranquilo viendo la televisión, voy a ver si logro que se vayan ellos tres solos al Sambil, que yo no quiero ir, me voy a hacer el dormido aquí en el mueble para ver si se van para el carrizo...

¡Mi amor, los niños se van solos al Sambil con los Hernández, los que nos encontramos en la playa! ¿no quieres bajar al supermercado para ver si venden el vinito que a mí me gusta?... ¡Ay! pobrecito..., míralo, se durmió..., así estará..., mejor me voy al Sambil con los niños... ¡Lástima! siempre se duerme antes que los demás...

Ya se fueron todos, voy a refrescarme con la brisita del balcón... ¡coño! ¿pero qué come esa gente? son las diez de la noche y siguen en eso... ¿será que salieron y regresaron? ¿será que no han parado? se les ve frescos como si acabaran de empezar... ¿qué comerán? deben estar drogados hasta el tope... Se ve un poco mejor, los vidrios no reflejan tanto y hay luces dentro, poquitas, pero hay y se ven mejor... Ella es Bella... Claro que no se ve bien porque ahora está oscuro, pero se ve que es Bella, y sí, es como gringa..., él debe ser brasileño o algo así..., debe ser, el guaraná, esas cosas que comen por allá..., no se duerme como yo ¡qué cagada el estrés! ¡mira cómo se monta ella sobre él! ¡uy! yo me muero si me hacen eso... ¡Esa cama debe ser de cemento!... Ella debe saber muy sabroso, él no deja de lamerla por todas partes..., si yo le hago eso a mi mujer le daría cosquillas y yo me arrecharía, y hasta ahí llegaría todo..., o tal vez se arrecharía ella primero porque le estaría haciendo cosas que aprendí en algún burdel, o tengo otra, o quién sabe qué..., pero de que alguien se arrecha..., y además, ese tipo de allá abajo debe ser un atleta joven y drogado..., y ella es extranjera, una de aquí no disfruta así, no se deja hacer esas cosas ni hace lo que ella hace, y menos si es de mi generación..., ¡mira! la puso en cuatro..., ella mira hacia la ventana, no le veo la expresión pero le veo el brillo veo que avanza y retrocede que se retuerce él le hace algo con la cara en la nuca ella se retuerce más se tensa se tensa se tensa se tensa se destensa se destensa se destensa ella se da la vuelta y se agarra a él lo tumba se le monta encima y lo agarra por las muñecas abriéndole los brazos él se queda quieto ella hace avanza retrocede avanza retrocede él la levanta con la pelvis ella se tensa se tensa se tensa se tensa se destensa se destensa se destensa se destensa cae de lado el se pone encima de ella pero al revés no va dando vueltas y vueltas debe estar drogado da vueltas y vueltas parece que se va a tragar los pies de ella le lame la entrepierna le lame las axilas las costillas las caderas el cuellos las orejas el cuello las axilas las costillas las caderas la entrepierna los muslos las rodillas los pies dentro de la boca las rodillas los muslos la entrepierna las caderas el ombligo las costillas las tetas las axilas el cuello las orejas la boca los ojos y sigue dando vueltas debe estar drogado, está drogado con el cuerpo de ella, debe ponerse algo en la entrepierna, mira no la suelta, la voltea ¡pero! ¿qué le hace? ese no es el lado correcto ella se tensa se tensa se destensa se destensa...




¡Mi amor, los niños se quedaron solos en el cine!! ¿dónde estás? ¿estás despierto? ¡Mira conseguí el vinito!! ¿estás en el balcón? ¡vente, que te va a gustar esto! ¿Mmmmquhé?¡Sí! ¡ya voy! ¿a ver? ¿que trajiste? ¡vinito! ¡queso crema! ¡galletica! ¡pepitonas picantes! ¿pepitonas? Sí, las anchoas estaban muy caras, y las pepitonas también son de mar ¿no?..., ssí, sí, son de mar... tú hueles rico, estás muy bonita con ese bronceado... Sí ¿verdad? ¡ven rápido! que los niños llegan en un ratico... Pero ¿nos dará tiempo? mira que estoy con ganas... Mientras más ganas tienes, más tiempo nos da... No le voy a hacer caso porque tiene razón y además puede ser que esta vez no sea así... ¿Me das vinito? Sí, y come una galletica también, ponle pepitonas que son picantes... ¡Mmmmjjjjjmmmmjjjjj! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj!! ¡Mmmmjjjjjmmmmjjjjj! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj! ¡Mmmmjjjjjmmmmjjjjj! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj!! ¡Mmmmjjjjjmmmmjjjjj! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj! ¡Mmmmjjjjjmmmmjjjjj! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj!! ¡Mmmmjjjjjmmmmjjjjj! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj! ¡Gjjhgjjhgggaaahhh!!! ¡Gjjhgjjhgggaaahhh!!! ...ya vengo...

Siete minutos y medio esta vez..., y ya ella se fue al baño, no la culpo aunque no parece haberla pasado tan mal..., no sé, no la miré mucho... Voy al balcón... ¡Pero! ¿qué comen estos dos? si ya pasa la media noche...

¡Mi amor, ven a dormir! ¿qué haces desnudo en el balcón? ¡ven, que te van a ver! ¡Vénme a buscar tú a ver si te atreves! ¡Estás loco! me da frío... ¡No está haciendo frío! ¡ven, escandalicemos un poco a los vecinos! ¡Sí, con tu panza y mi celulitis! entra más bien, que nos van a mandar una queja del condominio por exhibición indecente... Tiene razón otra vez, mejor entro..., me voy a acostar, pero antes otra miradita... ¡coño, mañana les pregunto que qué coño comen!

¿No te provoca otro poquito? anda, un poquito más a ver qué pasa... Bueno, pero si me comienza a molestar te paras, recuerda que me raspa un poquito... Anda, un poquito nada más a ver... Bueno, está bien ¿no te molesta si no me muevo mucho... ¿Qué dice esta? si nunca se mueve... ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj!! ¡Ayyyy! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj!! ¡Aayyy! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj!! ¡Aaayy! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj!! ¡Aaaay! ¡Mmjjmmjjmmjjmmjj!! ¡Aaaah! ¡Gjjhgjjhgggaaahhh!!! ¡Nojombre, ya vengo! ¿qué comiste hoy? Vamos a levantarnos, que por ahí deben venir los niños... Sí, ya voy, dame un momentico...

No era esto lo que tenía en mente, pero bueno, mejor me baño y me pongo la piyama, que si no cuando vengan los chamos nos encuentran en estas cosas y nos apenamos todos en esta casa... Los de allá abajo no deben tener esos líos, seguro que no... ¿estarán ahí aun? no , no creo, ya se deben haber dormido, es muy tarde ya... me voy a asomar...

Ya es casi la media noche ¿dónde estarán los chamos por cierto? ¿y estos siguen en eso? ¡qué bárbaros! mira, están sentados dando la espalda, bueno, él da la espalda, ella está mirando hacia la ventana, no, no está mirando, tiene la mirada como perdida, no, tiene los ojos cerrados..., se abraza duro con brazos y piernas, lo besa a él en el cuello, le muerde las orejas, se tensan, se tensan..., se destensan, él cae de espaldas y la levanta a ella, la centra en la cama, la abraza duro, la pliega contra el pecho, ella queda pegada a él con las piernas a cada lado de él..., mejor me voy a dormir...

¿Te vas a a dormir? tienes una cara rara ¿te llamaron de la oficina? No, no me han llamado nada, no te preocupes ¿dónde andan los chamos? Andan con los Hernández, iban al cine y después a comer algo, deben estar por llegar..., ¡mira! son ellos... Despídeme de ellos, me voy a dormir, hasta mañana... ¡Hola niños! ¿cómo les fue?...

Ya amaneció, me duele el cuerpo, debe ser la playa, la cargadera de corotos, que me extralimité un poco..., ¡jajajajaja! extralimitado, yo sí que tengo cosas, extralimitados los de allá abajo que estuvieron todo el día y la noche dándose como locos... Deben estar durmiendo ahora como muertos.......... Chequeo más tarde, ahora no me quiero parar, no son las ocho aun y aquí no se oye movimiento, aquí está mi mujer dormida, con los ojos tapados por la cosa esa que se pone para la luz y los tapones en los oídos..., seguro que tiene doble cobija... ya deja de meterte con ella, que es así y punto..., después se ofende y con razón... Voy a dormir otro ratico... ¿qué? ¿las diez de la mañana? me volví a dormir ¿mira, se paró mi mujer! y huele a desayunito ¡mmmm! ¡qué rico! perico y arepas, y café con leche del que calientan todo junto..., y hace nata...

¿Te vas a levantar? ¿te sirvo el desayuno?... Mmmmsí, por favor, ya me lavo los dientes y voy ¿te gustó anoche? Mmmsí, como siempre..., y apúrate, que se enfría el café... Ya voy, ya voy... "Me desayuno y me asomo, tienen que estar durmiendo como cadáveres"... Está rico mi amor, este perico choronicero tuyo es de lo mejor ¿por qué es que ya casi no lo haces? cosas de la dieta, creo ¿no? No gafo, no es por la dieta ni nada, es porque a quién le gusta es a ti y tú nunca estás en la casa a la hora de desayunar..., y come rápido que se te enfría... Bueno, no te vayas a poner brava conmigo por eso, estaba de verdad sabroso, me voy a lavar los dientes y a sentar un rato en el balcón a leer el periódico mientras decidimos qué vamos a hacer... Okey, dale...

¿A leer? sí, y un rábano, lo que voy a ver es cómo duermen esos de allá abajo, son más de las once ya y... ¿Qué? ¿Todavía? no, no, no, estos tienen que estar clonados o algo, debe ser la orgía de los gemelos, deben tirar en relevo o me están cazando para volverme loco... Mira cómo se meten la lengua por todos lados..., no, no, no, no, esto ya es demasiado..., me voy a la playa, al Sambil, o al museo marino pero para acá no vuelvo más, este balcón me queda vedado, me va a dar algo...

Estas vacaciones amenazan con ser las más aburridas de mi vida ¿por qué se tenía que morir la suegra? a esa señora no la quería nadie y ahora hay que guardarle luto, no se puede bonchar, ni oír música ni nada..., si no fuera porque se vino también el cuñado yo convencía a Cheo para poner una musiquita aunque fuera bajita, pero con el hermano aquí no se va a poder..., ¡qué varilla! y en navidad... Hasta la vieja fastidiosa aquella de los rollos en la cabeza la pasa mejor que yo..., no, no hay que exagerar tampoco, esa pobre señora..., pobrecita... ¿Y el viejo que lee en la hamaca? ese no necesita mucho ya... ¡Esas sí! las ranas plataneras aquellas de allá, esas sí bailan, más fuera de moda que el carrizo, pero bailan ¡jajajaja!! Mírales los trajes de baño..., se los debe haber hecho la costurera del pueblo con unas revistas de la época de mis tías... ¡Pobrecitas!! lo que soy yo arrimo esta poltrona para esta sombrita y me pongo a leer, que con el luto de Cheo si vamos para la playa va a andar todo tristón y el hermano molestando para que no se tome una cervecita ¡hay que ver qué tontos estos pueblerinos y sus costumbres! Definitivamente en cualquiera de estos apartamentos de aquí cualquiera se divierte más que yo..., como aquel señor de allá arriba, que se divierte fisgoneando a los demás ¡nada más verle la cara que pone! ¿qué estará viendo que lo pone así? ¡Coño! ¡con razón! ¡qué desgraciado, espiando a los demás mientras hacen sus cosas! ¡pero qué cosas! y a plena luz del día, con el sol encima, eso se llama tener ganas, está claro que no están de luto... Mejor leo mi libro... ¡Uy! ¡qué cara pone la tipa! y el tipo no se ve mal, un poco raro, bueno, raros los dos, son como extranjeros... Ella es extranjera, se le ve, además no le da pena ¡uy! no, no le da pena... ¡qué cara pone! y el tipo tiene fuerza fuerza fuerza fuerza..., mejor leo ¿qué leo? ¡qué rico! y Cheo de luto... Bueno, él no me ha metido la lengua así..., y si lo hace me le arrecho ¿qué vaina es esa? ¡nojoda! que vaya a hacer sus cochinadas con las bichas por ahí, como la tipa esa... ¡que arrecheracalentura me está entrando! mejor leo ¿pero qué leo? voy a voltear la poltrona, se va a dar cuenta la gente..., no, mejor me voy para adentro, que va a lloviznar..., no, no va a llover nada, me quedo aquí, no, es la hora de hacer el almuerzo..., esos dos no comen, parece...

Le falta sal, no, pimienta, no mucha que Cheo está de luto y su hermano se puede molestar..., debe tirar con las medias puestas, sí, y dormir con paltó y corbata ¡jajaja! peinadito y con las uñas cortadas, pobrecita Cecilia si hasta engordó para que se le quitaran las ganas de desnudarse ¡qué lengua la mía! ¡dios me perdone! ¡jajaja! siempre tan afeitadito él ¡menos mal que Cheo suda y va al baño! y se quita las medias... Pero le gusta con la luz apagada, y guarda el luto... ¡nadie es perfecto! Ni cuenta se dieron de la pimienta, no dijeron nada de la comida...

Me voy a leer al balcón, ya aquellos dos deben haber acabado ¡jajajaja! ¡Uy, no! ¡Ahí siguen! y siguen y siguen y siguen... fuerza fuerza fuerza... ¿Qué vueltas son las que da ese tipo? parece un animal extraño comiendo no sé qué..., se la va a comer ¿serán satánicos de esos? ¿drogadictos? ¿caníbales? ¿serán de alguna secta pagano-singona? mañana mismo averiguo..., no, no, no ¡dios me perdone! que Cheo está de luto... Pero por las dudas mañana reviso el cuarto de la basura, puede que ese tipo la mate y eche los restos ahí..., no, no creo, ella no se ve agonizante..., aunque pone unas caras..., se ve bien, sobre todo cuando les sale una parte de atrás de las cortinas. El sol refleja en los vidrios y no se ve mucho para adentro, pero lo que está cerca de la ventana se ve clarito..., el tipo se ve bien, tiene cara de loco, yo lo devolvería en la mañana, pero bien gozado ¡dios me perdone! Y Cheo de luto...

No se parecen, pero pegan, y se ve que se entienden, es que ni se hablan..., bueno, yo no los oigo tampoco... Y a todas estas ¿qué hora es? se fue la tarde y estos dos brincan y saltan como si fuera un..., ¡ay! no sé..., una gimnasia o algo..., no se cansan, ya la calentura me pasa las ropas, me voy a bañar pero con agua fría..., y Cheo de luto ¡qué vaina! ¡Uy! ¡qué pegoste! Estas pantaletas las lavo aquí mismo en la ducha..., cuidado con el jabón y cómo me lo paso por allá, que después lo que me provoca es otra cosa... Me voy a perfumar un poquito a ver si Cheo se anima esta noche...

Me pongo esta ropita sexy que me regaló él ¡qué pasao! y me le acerco por el balcón un poquito a ver si él se da cuenta... Pero voy a esperar un ratico para ver si se acuesta el hermano..., sí, sonó la puerta de su cuarto..., menos mal que Cecilia se quedó en Caracas con sus chamos, así se escapó de esto... ¡sortaria!

Me voy al balcón, sí, ahí está Cheo, tan lindo..., le paso cerca a ver..., no, no se ha dado cuenta, me voy a sentar aquí a ver si me ve... Allá está el señor del balcón de arriba con su cara de gozón..., sí ¡es que ahí están aquellos dos! ¡qué bárbaros! la espalda del tipo de ve bien desde aquí, tiene pecas..., ella es blanca, no, rosadita, demasiado jipi, bueno, los dos son jipis, despeinados y gozones, deben ser borrachos drogos e irresponsables, nadie que tire tanto puede ser responsable, a lo mejor ni siquiera creen en dios ¡Jesús, María, y José!! a lo mejor comen cosas podridas..., yo no me atrevo a metérmelo en la boca así ¿y si acaba? ¡me muero! ¡no, mi Cheo no me haría eso! ¡ay, pero qué cosas pienso!! ¡qué calentura! ¡esa tipa es una...!! ¡y él es peor! la coge por... ¡no lo puedo creer! ¡esto es ya demasiado!!! ¡Y Cheo de luto!!! Voy a jalar a Cheo pal cuarto ya, no aguanto... Ya me vio y viene detrás de mí... ¡qué bueno! ¡pero qué cara tiene! ¿estará tan triste así? a ver, le meto mano discretamente a ver, lo rozo un poquito pero con disimulo... ¡me sacudió! ¡se fue al baño!!! yo me acuesto y me arropo hasta las orejas ¡él se lo pierde! lo iba a dejar chuparme las tetas y todo...


A ese tipo de allá si lo dejaría chuparme entera, pero no le diría mi nombre... ¡coño! voy a tener pesadillas hoy... me voy a asomar rapidito para ver qué hacen aquellos... ¡Uy! ella me debe haber visto, él me da la espalda sentado en el borde de la cama y ella se abraza a él completica, no, no tiene cara de haberme visto, está ida, está en otro planeta ¡yo quiero ir a ese planeta! Me voy a dormir...

¿Qué hora será? las nueve, me voy a parar porque después Cheo se arrecha porque no atiendo a su hermano... ¡qué ladilla la vieja muerta! les hago café nada más, que salgan a comprar cachitos en la panadería nueva..., yo no soy cachifa... Sí, captaron la seña, y hasta se llevaron el carajito ¡qué ladilla es el carajito! igualito al papá, pero con más cara de pendejo si es que eso se puede, y él ¡ay nené, no te ensucies tanto, cuidado con los gérmenes! ¡parece marico ese cuñado mío! Agarro esta taza de café y me paro disimuladamente en el balcón para ver si veo al tipo ese durmiendo... ¡Uy, no están durmiendo! ¿no habrán dormido, o será que se levantaron temprano? bueno, levantados no están... ¡y allá arriba está el señor mogotero! y yo qué estaré hablando, si casi les pongo cronómetros a estos dos de aquí abajo... ¡pero! ¿qué comerán? ¿serán los mejillones de aquí? tanto pescado, camarones y esas cosas... Ya voy bajando al supermercado a ver si consigo de eso... ¡Y Cheo de luto!

¡Los portugueses deben estar gozando un puyero! ¡qué gentío! traje todo, mariscos, pescado, un vinito rosadito que vi en una revista... Me voy a asomar a ver si se durmieron o salieron... Allá está el tipo del arriba con su cara de g..., no, está como arrecho ¿qué le pasará? ¿se le acabaría el show por fin? ¡No! ¡no se le ha acabado el show!!!! ¡Esos dos son unos viciosos, unos enfermos! ¡dios los perdone!!! ¿A qué sabrá ella? él no para de chupársela... Si a mí me chupan así... ¡Y Cheo de luto!!! ¿cómo es la receta que vi? ¡ah, sí! Aquí está ¿gambas? Ah, los camarones... Roulette gambas al St. Ettienne... ¡Coño e su madre!!! ¿me saldrá bien? No compro más nunca La Casa de Marie Claire... le ponen un nombre muy raro a las cosas... Además, a Cheo no le gustan los aliños..., ¡dígame! ¿echalottes? ¿cebollines? se los voy a tener que licuar... ¿jengibre? Si le pongo eso Cheo no come... Bueno, yo tampoco, además ¿se pela? ¿se pica? ¿se muele? ¡estos extranjeros si que comen vainas raras! Los de aquel apartamento seguramente sí comerán estas cosas raras... Pero en la revista dice que es elegante y afro... ¿qué? ... disíacos..., a-fro-di-sí-a-cos, sí, que dan ganas de... ¿se le pasará el luto? ¿cómo hago con el hermano? ¡qué ladilla el hermano! Voy a llamara a Cecilia, tal vez le diga que se vaya a Caracas. Yo lo que quiero es que se vaya a Júpiter... ¿estarán aun ahí? ¡uy, sí! ¿comerán a-fro-di-sí...? sí, claro, pero no elegante, no mucho, no sé... Tengo que leer Hola también, esos sí saben de elegancia. Eso dice mi Mamá que decía su Mamá... Estoy ya como las chamas que bailan allá, sacando mis cosas de las revistas de mis tías... Bueno, ya está, al horno precalentado a 350º veinte minutos y luego el grill para que dore... El vino a 15º porque estamos en el trópico, eso dice... ¿a ver? ¡coño! Ya es mucho... esa gente sí que es rara..., se pasaron...

He pasado la vida trabajando, tomando decisiones correctas y aun así todos me reclaman su propia infelicidad. Mi hija mayor me ama y me odia, me echa la culpa hasta de su matrimonio. Pero si Lucas es casi un santo, y la quiere, le perdona hasta los cachos...., ¡qué pena con él! Mi segunda hija se casó y se fue del país porque no soporta la política actual y dice que aquí no se puede vivir, se fue a Australia ¿Australia? ¿allá sí se podrá vivir? ¿por qué tan lejos? Ella no me dice nada, pero sé que tampoco está de acuerdo conmigo...

Mi único hijo varón me salió grnnchi, o algo así, está vestido siempre de un modo raro y usa un zarcillo... Regresa siempre en las madrugadas y lo oigo forzar el candado de la nevera para comer lo que haya allí, no le importa que esté frío. La cosa es comer solo..., él cree que yo no me doy cuenta, pero sé que es para no vernos las caras a su Mamá y a mí..., su Mamá..., su Mamá ¿será que me la merezco? Siempre critiqué a mi hermano por sus divorcios y me da escalofríos cada vez que pienso en su vida con una esposa joven y tres hijos chiquitos..., no, eso no es para mí...

Me hubiera gustado saber vivir, aprender antes, ya me siento demasiado viejo y apaleado... Me da tristeza no tener un proyecto nuevo, y para colmo quebré mi empresa, mi esfuerzo de toda la vida..., no me extraña que Catalina se haya enfermado, esa cosa que le dio es una somatización del estrés. Eso nos dijo el médico. Se dice fácil, pero ¿cómo se hace con eso?

Ella nunca pidió mucho, su casa bonita la tuvo siempre, se la di sin que la pidiera, los tres hijos en buen colegio, sus clases de stretching, o como se llame, sus tardes de tertulia, su carro lindo, su jardín, la gata y el lorito... Pero se enfermó... Yo siempre tomé la decisión correcta, la ética, el análisis, los nodos, las ramas...., y aquí estoy, con apenas lo justo para vivir, mis hijas ya no me visitan y cuando lo hacen solo me recriminan, Catalina se enferma más, Ciberio odia su nombre y se lo cambió por Cy..., y lo dice “Ssayyyy”..., arrastra la s y la y para joderme..., no me queda otra que hacerme el loco y leer el periódico, que además no me dice nada, no trae nada y cada vez es menos....

Este chinchorro se está rompiendo y tengo que pensarlo bien para sustituirlo, no tengo real... En lo que se venza el plazo fijo saco las cuentas.... Y mi barriga cada vez crece más, debe ser la próstata, debo ver eso... Un par de dedos en el culo no deberían preocuparme tanto, total, es por razones médicas., es solo un mal momento de tantos.... Peor fue lo de la policía en la puerta y los teléfonos pinchados...., que me siguieran a misa, que me hicieran esas llamadas tan descriptivas, que a Ariadna casi le negaran la visa de Australia...., un par de dedos en el culo no es nada, y me estaría bien aplicado por hacerle esas cosas a Catalina en aquellos buenos viejos tiempos.... Catalina... ¿será verdad eso que dice que mujer enferma es mujer eterna? Y yo con la próstata jodida..., y un solo cacho en cuarenta años de matrimonio, y ni me gustó, aquella musiúa lo que quería era un ascenso... Pensar que creía estar enamorado ¡qué bolsa puede ser uno a veces! Menos mal que aquella vez también tomé la decisión correcta... Bueno, esa cataloga de correcta, por lo menos fue la que más aprobación ha acumulado..., eso y comprar la casa y la acción en el club... Menos mal que la vendí a tiempo, si no, también me la quitan... Maite me la compró a buen precio, tan bella mi hija, si no es así ya no podría ir allá, ella me dejó en la lista de visitas y hasta me autorizó firma en el restaurante, en el de la playa, en el de lujo no ¡qué varilla! Igualito que le hacía yo..., esa es una decisión correcta y bien pensada...

Maite es una mujer especial, lástima que yo no pueda aprobar su modo de pensar, no me atrevo, son demasiados años tomando un tipo de decisión para cambiar en este momento... ¡Caray! Se está rajando el chinchorro, me voy a tener que acostar al revés y no ver el mar... Puede que no sea tan malo, el viento colaboraría a mantenerme el periódico abierto...

Este edificio sí que es raro, debe haber sido muy difícil calcularlo. Tiene un cantilever más bien osado y los nodos son muy complejos. Ese pórtico, por ejemplo, tiene unos volados cercanos a la mitad de la luz.... No sé, si yo tuviera veinte años no hubiera comprado aquí. Lo que pasó es que a Maite si le gustó y total, ella puso los reales.... Pero esa fachada de vidrio es un espejo de día y una pantalla de noche... Por ejemplo, aquella pareja de allá podría hacer las cosas con más intimidad en un apartamento de arquitectura más convencional. Tal vez no se le vería tanto que no les importa que los vean.

La gente se comporta de un modo extraño. Yo no hubiera tomado jamás la decisión de fornicar de ese modo tan extrovertido. No me gusta que me vean en mis cosas. Catalina no se dejaría, no me dejaría acercarme a un metro de ella si no cerramos las cortinas y apagamos las luces, claro, dejando la lamparita chiquita nada más. Pero eso era antes, ahora está enferma y yo con esta barrigota. Por cierto que debería ponerme un poco de protector solar, no sé, de factor..., debo calcularlo... No sé si importe... En aquellos tiempo en los que mi “ego” se alborotaba y me hacía dejar de tomar decisiones acumulé algunos errores, afortunadamente no calculaba nada en esos estados, alterarse tanto debe servir para algo, si no, lógicamente no llegaría uno a esos estados. La naturaleza sabe hacer sus cosas. Estoy perfectamente consciente de que si todo anduviera por un carril completamente comprensible tal vez el universo entero no existiría. Eso debe responder a una constante matemática en una formula más amplia que el carrizo... Voy a pensarlo en serio...

No debería estar sola. Debería estar casada aun. La verdad es que si Ernesto hubiera sido menos obvio yo me hubiera hecho de la vista gorda y le hubiera perdonado sus rochelas. Pero no, Ernesto el correcto, el formal, tenía que enamorarse. Se enamoró y eso no fue tanto, lo que no pude soportar fue toda aquella retahíla que me soltó sobre la libertad, la vida, la filosofía..., la filosofía..., si vuelvo a escuchar esa palabra vomito, hago un disparate, mato a alguien... Y que dios me perdone.

Desde que se fue Ernesto con su joven profesora de filosofía yo no he podido ni siquiera comulgar los domingos en la mañana, Dios no acepta los divorcios, ni los segundos matrimonios ¡adulterio es lo que son! Yo tampoco los acepto. Pero no debería estar sola. Enrique ha debido tenerme más paciencia, ha debido tener paciencia y aceptarme así como soy. Total, yo solo desaprobaba el adulterio, no a él. Ha debido tenerme paciencia.

Y ahora estoy aquí, en este edificio de locos, en este edificio donde no funciona nada, la presidenta de la junta de condominio es una puta que se volvió a casar y puso al electricista a ganar plata con nosotros. Ya hasta para cambiar un bombillo hay que llamar al electricista ¡un irresponsable con tres matrimonios encima! Yo no lo acepto... Enrique ha debido tenerme paciencia, yo hubiera perdonado a Ernesto. No, no lo hubiera perdonado jamás ni nunca, pero me hubiera hecho la tonta con su jujú y no hubiera pasado nada, aun estaría con él... Me da pena ajena verlo ahora... Se volvió a divorciar, Cristina lo volteó con un tesista..., sé que él la hubiera perdonado ¡bien hecho, carrizo! El que a hierro mata no puede morir a sombrerazos...

Yo tan correcta, tan poco dada a los relajos, ni siquiera me gustan los chistes esos incomprensibles, tan inmorales que echaba Enrique..., ha debido tenerme más paciencia... Enrique, el que se sentaba en la barra y pedía dos cervezas, se bebía una de un solo jalón, y la segunda de dos, pero más espaciados..., y se empezaba a reír de todo.

Es un tipo raro Enrique, no como Ernesto, tan fundamentoso hasta que se enamoró de la filósofa... Ernesto no iba al baño y dejaba la puerta abierta, es más, nunca supe a qué hora iba al baño..., ¡qué barbaridad! En trece años de matrimonio, y con cinco hijos ¡mis hijo! Todos me salieron locos y desordenados... No los soporto ¡dios me perdone! Cinco varones malagradecidos: Julio Ernesto se casó con una negra, y extranjera para más colmo..., Raúl Ernesto salió raro, tiene casi cuarenta años y no tiene ni novia fija ni trabajo conocido y escribe ¡poemas! ¡qué vergüenza!... Santiago Ernesto ¡pobrecito! Se casó con aquella muchacha flaquita ¿maracucha era? La que lo desloma trabajando todo el tiempo y no le perdona una, lo exprime y lo exprime constantemente, y ella ni hijos tiene y que por no perder la figura ¿cual figura? Será la figura de alambre que tiene... Carlos Ernesto es el peor, ni sé en que país vive en este momento, no vino ni a la graduación de su hermanito, ni una carta mandó, no llama, no manda plata, no ayuda..., la última vez que supe de él andaba en bicicleta por las islas griegas..., eso sí te tiene él de bueno, anda en bicicleta pero no por cualquier parte... Y Jorge Ernesto ¡mi más grande decepción! Dejó la carrera de ingeniería de sistemas para hacer de artista, después de todo lo que tuve que mover para conseguirle el cupo en la universidad y hasta la beca..., ¡de artista! ¿tú has visto? ¡artista! Y lo peor es que Ernesto lo ayuda todo el tiempo, y a mí que me lleve mandinga... Ninguno me ayuda... Menos mal que vendí la casa de Prados y compré este apartamentico aquí, bueno, y el del Valle que tengo alquilado, y que me sobró plata, la que guardé a plazos y la que saqué en dólares... ¡Y el vivo de Carlos Ernesto pretendía que yo le diera unos dólares porque y que se había quedado sin plata en Albania! ¿cómo que se había quedado sin plata en Albania? ¿dónde queda eso? ¡para eso sí llama! No le di ni un centavo, no se lo merece...

No debería estar sola... Y en este edificio no hay nadie con quién hablar de cosas decentes. Catalina la de al lado se la pasa enferma y no debería, porque barrigón y todo aun tiene a su marido al lado para que la represente. No debería quejarse... Yo no me puedo enfermar, no tengo quien me cuide. No debería estar sola... Catalina no habla más que de sus achaques ¡claro! Tiene a su marido que barrigón y todo, la representa... A veces me da rabia ver como el pobre anda con ella con esa cara de resignación... A mí no se me resigna nadie...

Ni mis nietos me quieren visitar... Los hijitos de Julio Ernesto, los negritos esos ¡que pasaditos de horno les salieron! Claro, con la morcillita de su mujer ¿mira que llamarse flor una negra como esa! Flor de qué ¿de zamuro? La última vez que vinieron me rompieron todo, me rayaron mis muebles estilo italiano y me arrugaron mis cortinas se shantú aluminizado estampado... Y lo peor es que entre ellos solo se hablan en ese patuá que habla su maámá que dice y que es inglés..., ¡inglés! Eso no es inglés, eso es patuá... Y cuando los regaño porque me hicieron algún desastre, ellos se hablan y yo no entiendo nada. En Halifax si que se habla buen inglés... En mis tiempos sí conocí gente correcta y elegante que hablan buen inglés...

No debería estar sola... Aquí en este edificio no hay con quién hablar de cosas serias, y Haydeé la servicio si me descuido me roba, y cuando habla solo habla de su novio, de lo muy bien que le va en el tecnológico, que cuando se gradúe se casan y ya no la dejará trabajar más en casa de nadie ¡para que no la maltraten! ¿qué se pensará que es ella? ¡esa medio pelo que cambia las R por las L! Casarse con un técnico, solo a una mujer de servicio se le ocurre emocionarse por eso...

No debería estar sola... En este edificio no hay con quién hablar. Catalina está enferma y solo habla de eso. Los del frente son muy jóvenes y no me gustan, aunque se ve que el hermano que vino de Caracas con su hijito es bien formalito y correcto, y eso que no son de muy buena familia, solo su mamá, que en paz descanse, tenía alguna conversación, pero se las echaba de filósofa... Los demás, los demás..., en aquel departamento de allá llegaron unas muchachitas de malas costumbres, se la pasan en trajes de baño dentro del apartamento con música puesta, si es que eso se puede llamar música, haciendo movimientos indecentes..., los de arriba son raros, él se la pasa asomado al balcón mirando siempre al mismo sitio. Ella no se ha dejado ver, debe pasar todo el día echadota como hacen todas las mujeres de ahora, por eso es que ninguna tiene marido, está claro que no lleva bien su casa, los niños están de sol a sol haciendo ruido en la piscina ¡esa piscina! Ni forma tiene, uno la cuida y la cuida para que vengan los temporadistas que no pagan el condominio a hacerse pipí en ella... Además tampoco se ocupa de su marido ni de los hijos, están todos rojos de sol, no le echa protector, y deja al marido viendo por el balcón todo el día ¡seguro que está mirando a las puticas de los trajes de baño... ¿qué mirará tanto? ¿será que no hay hombre decente? Ernesto sí, Ernesto era decente hasta que se enamoró de la filósofa..., no debería estar sola... Yo me hubiera hecho de la vista gorda... ¿qué mirará tanto? ........!!!!!!!!!!!!! ¡¡¡¡Ya veo!!!! ¡el muy sinvergüenza! Lo que está es espiando a los que están allá en el segundo... Ese apartamento del niño viejo ¿a quién se lo prestaría ahora? ¡comunistas! Son comunistas, yo lo sé, a mí no me engañan, son los que llegaron en el carro viejo con los morrales de lona y las sandalias ¡deberían irse a confesar! Pero yo siendo el padre no los dejaría comulgar ¡yo que soy tan correcta y no comulgo! Hoy mismo bajo y pongo una queja en la junta de condominio, hago una carta y recojo firmas, hay que expulsar a los comunistas de este edificio... Esa mujer es comunista, tiene el cabello rojo y no usa pantaletas, yo la vi... Él es guerrillero ¡usa barba! ¡es guerrillero! Debe haber una célula urbana en este edificio ¡los niños! ¡hay que salvar a los niños! Esos comunistas amenazan nuestras buenas costumbres ¿por qué no se quedarán en Rusia? ¡presos deberían meterlos! Por comunistas y sinvergüenzas... ¡Mira la cara de sádico del bolchevique ese! Y lo vulgar que es... Y ella merece el infierno por la cara de comunista que pone ¡ni hablar de por qué la pone! Debe ser para molestarme, debe saber que la estoy mirando..., la gente siempre me hace cosas para que yo me moleste..., ese es un teatro que ellos montan nada más que para fastidiarme ¡pero conmigo no se juega! Ya mismo convoco una junta con la gente de bien de este edificio y los echo fuera, y si es posible y hay justicia en este mundo, a la cárcel van a ir a terminar con sus bacanales... ¡Comunistas en el edificio! ¡esta es la última!

¿Supiste Catalina? ¡hay comunistas aquí en el edificio! ¡sí, en el segundo! ¿seguro mija? Mira que tú eres hipertensa y sufres estradiástole, eso puede hacerte cambiar un poco las cosas, además tu azúcar... ¿Qué azúcar ni que ocho cuartos? Déjate de enfermedades, te estoy hablando de la amenaza roja, de las malas costumbres, de la pérdida del temor a Dios, de los niños ¡los pobres niños! ¡hay que salvarlos!... ¿pero salvarlos de qué? ¿hay una epidemia? ¿algo de la sangre? ¿qué amenaza roja es esa? No sale en mi libro de las mil y una afecciones de la piel, ni en el catálogo de aberraciones hematocríticas.... ¡Tú y tus enfermedades! Te aviso que esta enfermedad es peor, es del alma... Esta gente goza echándole a perder la vida a la gente decente ¿no te has asomado al balcón? Mira en el balcón del segundo ¡hasta me ponen caras burlonas de gozo! Una burla para la transfiguración de Santa Teresita de la Cruz... ¡Chica! tú si que tienes cosas... ¿cómo me voy a estar asomando si tengo artrosis? Bueno, pídele a tu marido que te ayude ¿para qué tienes marido entonces? Está bien chica, le voy a pedir a Cárdenas que me ayude, aunque no sé si sea bueno que me dé el sol porque estoy en tratamiento con cortisona y ya sabes que es un poco delicado porque se me puede complicar con la rinitis y entonces... ¡Nada de rinitis, te estoy hablando de las buenas costumbres Catalina, las buenas costumbres! ¡Lo que diría Ernesto! ¿quién? Ernesto, Ernesto mi marido... ¿te casaste? ¿cuando? Y no me invitaste..., claro, como estoy enferma... ¡Ya chica! asómate al balcón y me vuelves a llamar...

¡Cárdenas! Ayúdame aquí, que tengo que ir al balcón... ¿qué vas a hacer en el balcón? Acuérdate de lo que te dijo el médico del sol y la cortisona... ¿me ayudas, sí, o no?... Te ayudo, te ayudo, ya voy... ¿Dónde es que dicen que están los comunistas? ¿comunistas? Ya no los hay ni en China... ¡No Cárdenas, no me trates de bruta! Acuérdate de mi corazón... Pero es que yo no sé dónde es que están esos comunistas... ¡Ahí! ¡Ahí están! Ya veo lo que dice la vecina... Hay que hacer una carta ¡prende la computadora! que vas a escribir una carta. Escribe:

Junta de condominio
Residencias Solysol
Ciudad.
Estimados señores:
Hemos observado con mucha preocupación un hecho nefasto para las personas de bien que habitamos en esta decente residencia y que nos debe interesar a todos en pro de las buenas costumbres. Una verdadera amenaza pende y gravita sobre nuestro remanso de paz. Sí, señores, con lágrimas en los ojos y pensando en nuestros hijos, los más pequeños que siempre resultan víctimas de las sinvergüenzuras de algunos irresponsables, hemos visto que las malas costumbres se nos han enquistado nada menos que en el segundo piso, donde con el mayor desparpajo se realizan actos lascivos, orgías y bacanales, y sospechamos que aquelarres y conciliábulos de izquierda. Señores, los comunistas campan entre nuestros hijos. Los comunistas, esos descreídos que no creen en Dios ni respetan a la Virgen santísima viven hoy entre nosotros. Se han venido de la China a desestabilizarnos nuestras apacibles vidas y desbaratarnos el final de las mismas.
Convocamos entonces una junta de emergencia para reunir las firmas necesarias para formular la denuncia de rigor ante las autoridades pertinentes a fin de darles la debida expulsión a la que nos obliga nuestra religión y buenas costumbres.
Contamos entonces con su activa participación a fin de que nuestros inocentes hijos puedan continuar su paso por la vida sin tener que presenciar las aberraciones que estos tiempos del final de los días arrojan injustamente sobre nosotros.
Por nuestros hijos e hijas ¡firma!
Sin más que agregar,
Atentamente,
Los abajo firmantes.
Sírvase entregar copia de este documento a la ciudadana presidenta de la junta de condominios, a la presidenta de la junta de vecinos, al ciudadano Alcalde del municipio, al ciudadano inspector jefe de la policía municipal, y quédese una para los archivos.

¡Perfecto! ¡Vecina! Ya escribí la carta, me quedó perfecta, ahora tú la haces llegar a la cartelera y a la junta para convocar la reunión. Es una lástima que yo no pueda asistir a la reunión, ni firmar la carta ¡ya sabes que estoy muy enfermita y mis nervios se afectan mucho! Cárdenas tampoco puede porque tiene que quedarse aquí cuidándome... Sí, ya sé, no te preocupes, yo me encargo. Me pongo algo y voy a buscar la carta a tu casa... ¡No, no te preocupes, ya te la mandé con Cárdenas ¡ ¡No te hubieras molestado, ya has hecho tanto! ¡No, si no es molestia! Igual Cárdenas tenía que bajar a buscar el periódico de la tarde... ¡Suena el timbre! Debe ser él ya. Te dejo vecina, te llamo después y te cuento qué pasó...

¡Buenas tardes señor Cárdenas! Pase, pase adelante, siéntese, le hago un cafecito mientras me arreglo para bajar con usted ¿qué le parece lo del segundo piso? Sinceramente a mí no me parece nada. Sí, ya sé que Catalina ha hecho frente conjunto con usted, pero le voy a confesar, ya que no me importa admitirlo, que a mí no me parecen comunistas ni nada, lo que me parece es que están jóvenes, enamorados, se gustan, y están en muy buena forma física además... Yo mismo, digo, nosotros, digo, Catalina y yo, cuando nos fuimos de luna de miel nos las arreglamos bastante bien para escandalizar el hotelito al que llegamos en Mérida, y figúrese usted ¡en plenos años sesenta! Yo no les firmo esa ridiculez ni muerto... La misma Catalina no lo firmó dizque por su artrosis y su debilidad coronaria, pero yo le aseguro que toda esta alharaca la arma solo por divertirse, ella me sobrevivirá con toda seguridad.... y yo me he pasado la vida tomando decisiones lógicas que han sido todas un desastre al final, justamente por no atreverme a hacer aquello que me provocaba sino que hacía lo que resultara incontestable... Ahora estoy incontestablemente arruinado, incontestablemente descontento e incontestablemente aburrido...

La pobre vecina miraba asombrada al señor Cárdenas que decía todo aquello con un brillo casi maligno en los ojos y no lo podía creer...

¿Será que el señor Cardenas es comunista también? Y un terror extrañisimo la invadió mientras veía que el señor Cárdenas se ponía de pie y la tomaba de un brazo un poco más sólidamente de lo debido y la conminaba a seguirlo mientras le decía:

Asómese usted. Dígame honestamente que no los envidia, que no echa nada de menos en la vida, usted que como yo, desde hace tanto dejó de tener pareja para estas cosas...

El señor Cárdenas atenazó el brazo izquierdo de la vecina y la obligó a asomarse por el balcón, se paró detrás de ella, muy cerca, pegado a ella, empujó un poco hasta que ella no podía moverse aprisionada entre el antepecho del balcón con ventanas polarizadas panorámicas cerradas para que el aire acondicionado ganara la batalla al implacable clima playero, y la barriga de él..., con la mano derecha en la nuca de ella, con cuidado de no hacerse daño con la cantidad de ganchos y alambritos que ella tenía en la cabeza, la obligó a no despegar la mirada del espectáculo que se desarrollaba en el segundo piso, y la mantuvo así mientras ella pugnó flojamente por soltarse. Ella forcejeó un poco pero tuvo que ir dejándose de eso porque la fuerza del señor Cárdenas era mucho mayor... Miraron ambos la escena largamente, el caliente aliento a café del señor ya no le molestaba a la vecina en la nuca. Él la soltó y se fue apartando distraídamente primero, y un poco avergonzado después. La soltó y salió de ahí sin decir nada más.

La vecina se quedó petrificada donde mismo la dejó el señor Cárdenas. No daba crédito a lo que había pasado... Ese señor tan serio la había obligado a ver esas cosas abominables que sucedían allá en el segundo... Se había ido con un enrojecimiento típico en la piel de las mejillas y el cuello... Seguro que si no lo tapara la barriga se le hubiera notado algo más... Y ella, ella...

¡Me baño ya y bajo a poner la carta en la cartelera! De inmediato...

No se bañó, solo se puso una bata sobre la bata y bajó así mismo, apurada a poner la carta en la cartelera.
Al abrirse el ascensor se encontró al señor Cárdenas que ya subía con los periódicos de la tarde que le guardaba el conserje. Él la miró a los ojos y le sonrió torvamente:

¿Cuantos años tienes Maribel?

Él no la había tuteado nunca. De pronto se vio ella misma en el espejo del ascensor que permanecía abierto y lo que vio la aterrorizó..., salió corriendo sin responder la pregunta, llegó a su puerta y comenzó a pelearse con el llavero que se negaba a dejarse agarrar hasta que encontró la llave y entró. Detrás venía Cárdenas con toda la calma del mundo y una sonrisa malignamente pícara en toda la cara. Tenía él las cejas salvajemente peludas y entrecanas que le daban una apariencia, con esa expresión, de algún genio maluco de película de elfos y esas cosas. Le bloqueó la puerta con un pie y la llamó:

¡Maribel! Ven acá de inmediato...

Ella vino sumisa y con los ojos clavados en sus horrorosas pantuflas... Él simplemente le dijo:

No importa la edad que tengas mientras estés viva..., y lo estás...

Le tocó suavemente una mejilla y se fue Cárdenas...

La vecina se bañó concienzudamente, se quitó los moños esos que no se quitaba nunca y se peinó un poco. Consiguió un poco de perfume que olía a guardado y se lo puso con cautela, un poquitico detrás de cada oreja. Fue al escaparate y sacó un vestidito discretamente fuera de moda y se lo puso. Se calzó unos mocasines de tacón bajo y se miró en el espejo.

Es verdad que estoy viva.

Rasgó la carta, la botó a la basurera, agarró una revista y se dispuso a leerla abajo, junto a la piscina. Se asomó por el balcón y no vio a nadie en el segundo piso. Salió del apartamento, tomó el ascensor, llegó a la planta baja, ubicó una silla cómoda y se sentó ahí... Hojeaba la revista sin mucha atención cuando la distrajo el sonido del portón del estacionamiento.

¡Allá van los comunistas!

Era un carro viejo que se alejaba traqueteando suavemente.

Las blanquitas seguían bailando encerradas, los niños quemados de sol alborotaban alrededor de la piscina, el silencioso cuarteto de la terracita hacía su silenciosa parrilla, el señor de arriba miraba con expresión de desamparo y la vista clavada en ninguna parte..., y ahí estaba Cárdenas con una HP11C en una mano y el periódico en la otra tan concentrado como siempre. Por allá iba la presidenta del condominio con su electricista atrás...
Sonrió...

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